TERCER DÍA: EL ENTORNO DE LISBOA

La mañana amanece luminosa y prometiendo un día de calor y temperatura agradable. Desayunamos a las 8:30 dispuestos a emprender varios viajes largos en autobús. Tras una hora en carretera viendo Lisboa y el río Tajo a través del Puente 25 de Abril, dejamos atrás la capital y llegamos a Cascais, la Marbella o Biarritz portuguesa.

Primera parada del día. ¡¡¡Hoy nos toca el infierno!!!

El primer destino turístico a ver es la Boca del Infierno. Acantilados de roca caliza, donde se observan los golpes de las mareas sobre la roca. El llamativo nombre podemos intuir que puede deberse a la costumbre consuetudinaria que tienen los pueblos de reflejar desastres a través de las palabras y de los topónimos. Es posible que fuera un lugar de naufragios y de muerte asegurada ante la acción del mar en épocas de temporal contra la roca. 

Descendiendo a la Boca do Inferno. ¿¿Regresarán??

Lo que tienen ante si es todo un mundo por descubrir... seguro que hacen grandes descubrimientos.

Delante de la Boca del Infierno. Espectacular forma natural donde agua y roca se enfrentan sin fin.

Magnífico grupo. El infierno no los ha querido. Son demasiado buenos.

Espectaculares acantilados calcáreos labrados por la fuerza de las olas.

En una placa podemos leer el intento de suicidio ritualizado de la mujer de Aleister Crowley en una ceremonia mágica por parte del ocultista y mago de principios del siglo XX. Se le consideró el fundador de la Orden de la O.T.O. y de Thelema. Llegó a ser admirado por grupos de música rock como Led Zeppelin y toda la contracultura americana de los años 60.

Tras la visita a Boca del Infierno hacemos una visita por libre de veinte minutos por todo Cascais.

Gastándose los cuartos en los puestos de rigor.

Este grupito ya se ha gastado todo. Papis, no esperéis que vuelvan con dinero. Eso si, os colmarán de regalos.

Regresamos al hotel, donde comemos ensalada con aros de cebolla y macarrones con salchichas, champiñones, nata y gratinado de queso. De postre, piña ya cortadita y todo, para que no se manchen los deditos. ¡¡Ni en los mejores restaurantes!!

Después de la mañana que hemos pasado, había que saciar el hambre...

¡¡Y hemos comido con ganas!!

Nos levantamos de las sillas y volvemos nuevamente al autobús. Nuestro destino es el pueblo de Sintra para visitar el Castelo dos Mouros. Una estructura musulmana de vigilancia y defensa de las tierras que se extendían entre la Sierra y el mar. Desde lo alto podía apreciarse el efecto del aire húmedo chocando con la Sierra creando neblina y humedad. La estructura era de piedra granítica, rodeada de inmensos jardines con especies arbóreas autóctonas y otras de tipo tropical traídas desde el otro lado del Océano. 

Con la fuerza de los macarrones iniciamos, rodeados de naturaleza, la conquista del Castelo dos Mouros, a 525 metros de altura.

¿Lo lograremos? Intrépidas guerreras y valientes soldados inician el ataque.

¡¡¡Objetivo conseguido!!! La alegría es manifiesta.

El esfuerzo ha merecido la pena

Excelentes vistas de todos los dominios conseguidos

Una representación de bellezas del grupo después de derrotar a los invasores

Que aquí también hay bellos y bellas, ¿¿eh?? Al fondo, el castillo conquistado.

Tras un largo trayecto en un pequeño autobús urbano bajamos desde el Castillo a Sintra para visitar su Palacio Nacional. De estilo preeminentemente gótico manuelino con componentes de influencia árabe y musulmana por la fuerte presencia de la cerámica en cada una de sus paredes.

Nos adentramos en el lujo del Palacio Nacional de Sintra.

¡¡Pues vaya! !Cualquiera de nosotros tiene una lámpara como ésta en el salón de nuestros palacetes.

Tenemos 20 minutos de paseo libre por Sintra, y volvemos al autobús para dirigirnos a ver la villa de Estoril, donde residió en el exilio el padre del rey emérito Juan Carlos I. Aprovechamos para hacernos unas fotos delante del Casino, el segundo más grande de Europa después del de Montecarlo. 

Calle de Sintra

La sopa de verduras no tiene muchos adeptos, no, pero los gofres simples como éste se los rifaban en la pastelería. Habrá que proponer que lo incluyan en el menú. Yo le añadiría nata montada, si no igual esta un poco soso...

Cuando os decíamos que iban a llegar a casa "pelaos" no era broma. Aquí han acabado por perderlo todo... ;)

Cual Dr. Jekyll & Mister Hyde, el profe Oscar se ha transformado en un capo mafiosillo...

La suerte del principiante. Más contento que unas castañuelas con lo ganado.

Más felices que dos críos con zapatillas nuevas. Si invertimos lo ganado igual salimos de pobres. ¡Vaya par de dos! ;)

Regresamos al hotel y nos disponemos a cenar: macarrones con tomate, carne con patatas y flan.

A dormir, que mañana hay que madrugar....

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Bufff, día intenso, estamos machacados. ¿Qué os ha parecido? ¡Contádnoslo en los comentarios!

Hasta mañaaanaaaaaa.....